¿Por qué nos cuesta tanto verlo? (6/6)
Es normal que nos cueste verlo. Si es la primera vez que estamos imaginando la cuarta dimensión, es como la primera vez que nos enfrentamos a aquellos libros de imágenes estereográficas, que había que concentrarse y dejar los ojos mirando hacia el infinito para lograr que aquellas imágenes extrañas pintadas en 2D, de repente cobraran tridimensionalidad en nuestra cabeza. No era fácil. Pero si lográbamos concentrarnos y hacer un esfuerzo mental, conseguíamos verlo.
Pues esto es parecido. Hay que abrir la mente, y concentrarse.
Y para lograr esta concentración, tenemos una ayuda enorme en la fábula de Flatland que nos contaba en el primer post Carl Sagan. Porque podemos sentir y entender la dificultad de los habitantes del mundo 2D Flatland al intentar explicarles cómo es una rotación 3D. Y esa misma frustración que ellos podrían sentir al tratar de entenderla, es exactamente la misma que nos pasa a nosotros para entender una rotación 4D.
Pongámonos en la mente de un habitante de Flatland. Sólo conoce 2 dimensiones, el plano xy donde vive. Está acostumbrado a rotar un punto P alrededor de otro punto C, siempre en el plano. Y al rotar, mantiene la misma distancia hasta el punto C durante toda la órbita.
Pero ahora le decimos que intente visualizar la tercera dimensión, y que en lugar de rotar alrededor de un punto vamos a rotar alrededor de una recta. ¿Qué pensará nuestro amigo? Él tenderá a pintar una recta en el plano (puesto que son las únicas rectas que conoce), pintará el punto P, y se preguntará: ¿cómo carajo se orbita alrededor de una recta? ¿Para dónde muevo el punto P?
Pensará que es imposible. No se puede rotar alrededor de la recta. Él puede entender que el punto más cercano a la recta es C. Pero es imposible rotar alrededor de C sin atravesar la recta. No hay forma humana de hacerlo. Y se rendirá.
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